“Xè Pascua, xè Pascua che caro che gò, se magna y fugassa, se si cocò” (Proverbio veneciano). Traducido al castellano: “Es Pascua, es Pascua. Estoy feliz, comemos Fugassa y bebemos huevos”
EL "CUERNO DEL DUX"
Con motivo de la Semana Santa era tradicional que el dux acudiera en procesión, con todo su séquito a cuestas, a la iglesia de San Zaccaria, donde era recibido por la abadesa del monasterio adyacente y por las monjas.
En San Zaccaria asistía a la misa del Patriarca y luego participaba del banquete preparado por las monjas en el convento.
Desde mediados del siglo IX, el Dux era honrado con el “Corno del Dux” realizado por las monjas. El cuerno se convirtió para el dux en el equivalente a la corona de un rey.
El primero en recibir este reconocimiento se cree que fue Pietro Tradonico (836-864) a manos de la abadesa Agostina Morosini.
LA FUGASSA
No sólo el dux disfrutaba de las delicias gastronómicas de Semana Santa, la Pascua en Venecia también era endulzada con la tradicional focaccia dulce (llamada fugassa)
Preparada tradicionalmente para bodas, la fugassa era el postre tradicional de la Semana Santa, particularmente apreciado porque se consumía después de los 40 días de ayuno de Cuaresma.
Se convirtió en parte de la cultura culinaria hasta tal punto que todavía hoy hay un proverbio que dice: "No xè Pasqua sensa fugassa" (“no hay Pascua sin Fugassa”)
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