Nos encontramos en Venecia, siglo XVI, una gran ciudad con 180.000 habitantes, en la que se está propagando una terrible enfermedad: fiebre, hinchazón de los ganglios, hematomas en la piel…es ¡la peste! Desde el 1 de agosto de 1575 hasta febrero de 1577 se ha cobrado ¡46.721 muertos!
Hoy os cuento una fiesta que tiene más de 400 años de historia.
El miedo al contagio está en todas partes y no hay remedios médicos para curar la enfermedad. De hecho, se piensa que se transmite por el aire, cuando era a través de pulgas de los roedores, y los doctores usan la conocida como máscara del doctor Plaga con unos ojos de cristal y una nariz larga. En su interior se ponían sustancias aromáticas para protegerse de la enfermedad. Serían precursoras de las actuales mascarillas médicas, tan de "moda" en los últimos meses.
Desesperado, el Gobierno no sabe qué hacer y como última solución se encomienda al Señor, decidiendo construir una iglesia dedicada al Redentor en la cercana isla de la Giudecca.
Y ¡ocurre el milagro!: el 13 de julio de 1577 el Dux proclama oficialmente el fin de la plaga, que había comenzado dos años antes.
La ciudad está devastada: escombros y dolor, pero ya ha terminado y hay esperanza: el Senado proclama que cada tercer sábado de julio se realizará una procesión a la iglesia del Redentor para recordar lo sucedido.
Así que, durante siglos, el tercer sábado de julio, los venecianos cruzan un puente realizado con barcazas (actualmente pontones) que van desde la parte de los Zattere (los muelles) en Venecia a la iglesia del Redentor en la isla de la Giudecca, encienden una vela y luego esperan a la medianoche para ver los fuegos artificiales junto a sus seres queridos, bien en una barca en la Laguna o desde tierra.
Al atardecer, la zona frente a San Marcos se llena de todo tipo de barcos adornados con globos y guirnaldas y muchos venecianos y no venecianos cenan en los barcos mientras esperan el espectáculo pirotécnico.
LA ANTIGUA TRADICIÓN VENECIANA DE LOS PUENTES DE BARCOS
El puente de pontones o botes es una tradición completamente veneciana y es un símbolo habitualmente de un voto, algo así como una promesa a un santo para solicitar o agradecer algo para permitir a los ciudadanos caminar a lugares que de otro modo solo se podían acceder por mar.
Este tipo de cruce temporal sobre el agua sigue siendo utilizado por los venecianos en varias ocasiones en el calendario festivo de la ciudad. Además del día del Redentor, el puente votivo flotante se monta, también con motivo de la fiesta de la Madonna della Salute, cada 21 de noviembre, permitiendo a los fieles y a todos los ciudadanos cruzar, en peregrinación, el Gran Canal para llegar la iglesia de la orilla opuesta.
Os dejo celebrando con los venecianos el fin de la epidemia de peste (y esperemos pronto celebrar el fin de la actual epidemia también) 🥂
Estaré este año para la fiesta ¿No da miedo andar en medio de la laguna sobre el agua?¿Es peligroso?