La sal estuvo en el comienzo, en el origen de Venecia. Hubo sal en la laguna veneciana, al menos desde tiempos de los romanos cuando ya se documenta una salina en la isla de San Giorgio.
Así, es importante una carta del 537-538 de Flavio Aurelio Cassiodoro, senador romano, que hizo una descripción de la laguna, en la que habla de sus habitantes que tenían sus propias casas "a la manera de las aves acuáticas", con botes amarrados como si fueran animales, y su única riqueza consistía en la pesca y la producción de sal.
Desde tiempos inmemorariales, la sal ha sido indispensable para la humanidad, no sólo para la nutrición sino también y esencialmente para la conservación de alimentos. Por ese motivo, fue moneda de cambio para conseguir otros materiales y mercancías. Existieron culturas que la consideraban igual o incluso más preciada que el oro.
Durante el Imperio Romano (27 A.C.- 476 D.C) se usó como método de pago a los soldados y funcionarios públicos. El término salario algunos indican que proviene de la sal.
En la laguna veneciana se utilizó inicialmente para comprar trigo del interior, pero después para otro tipo de negocios comerciales que favorecieron la creación del gran emporio de Torcello, Metamauco o Rivo Alto (Rialto).
LA SAL EN VENECIA
Principio de su historia y también final...os lo contaré en mi próximo libro.
Os cuento el origen de estos edificios tan antiguos.
Alrededor del año 1200 había ya salinas en Cannaregio y Dorsoduro. De hecho, parece que el término "fondamenta", esos paseos paralelos a un río, deriva de "fondamentum salinarum", que era el nombre para indicar un complejo de salinas.
A partir de 1240, Venecia comenzó a importar sal de todo el Mediterráneo y necesitó gestionar tan importante producto para su comercio, creando il Magistrato al Sal , con 4 interventores, que tenían la responsabilidad de hacer traer la especie de las salinas públicas, y fiscalizar su administración. De esta magistratura se sacaban fondos para las obras de mantenimiento del Palacio Ducale, cuyo encargado se llamaba proto al sal, por ser necesario su trabajo para el mantenimiento de los depósitos de sal.
Además, era imprescindible construir un lugar donde almacenar toneladas de sal. Y así, a comienzos del siglo XV, se construyeron las fondamenta delle zattere (uno de los principales lugares de desembarco de balsas y barcos que traían mercancías a Venecia) y ¡los monumentales Magazzini del Sale! (los almacenes para la sal).
No fue sencilla su construcción, puesto que la presión de la sal (podían contener hasta 45.000 toneladas) sobre las paredes de la estructura, derribaría las paredes fácilmente. La robustez de la estructura perimetral fue todo un reto para la época, pero aguantaron hasta con la misma función hasta el siglo XIX.
La estructura tiene una sola planta con nueve grandes portales que dan entrada a otros tantos almacenes. Sobre las aberturas centrales destaca la inscripción EMPORIO DEI SALI.
Desde 1960 los magazzini son propiedad del ayuntamiento de Venecia y están destinados a otros usos, principalmente para exposiciones, de las que te hablo en el siguiente apartado) o como zona de almacenamiento de embarcaciones. Dos de ellos albergan la asociación deportiva y de remo "Bucintoro" en el número 261. Otro un club de buceo, el Club Subacqueo San Marco.
LAS COLOSALES EXPOSICIONES
Hoy en día, los antiguos Magazzini del Sale son monumentales contenedores de exposiciones culturales (además de embarcaciones).
En uno de los almacenes hay una exposición permanente de Emilio Vedova inaugurada en 2009 por la Fundación Emilio y Annabianca Vedova. El número 266, está concedido a la Academia de Bellas Artes de Venecia. EL número 265 está SaLE DOCKS, un espacio independiente para las artes contemporáneas fundado en 2007.
Los espacios siguen siendo almacenes, con la robustez original y sobria, con sus muros de ladrillo y el esqueleto de madera interno del tejado, pero están invadidos por la fuerza que les da su inmensidad, por exposiciones sorprendentes.
Varios espacios se utilizan para exposiciones de la Biennale de Arte 2024:
1 La exposición ECHO de Nina Khemchyan, en el número 264
Esferas de cerámica azul con incrustaciones doradas, que representan una selección específica de sharakans armenios, once cantos de arrepentimiento, escritos por Mesrop Mashtots (siglos IV-V d.C.). Y al final una impactante esfera dorada como símbolo de la pureza y la luz perfecta.
2 THE ROOTED NOMAD (el nómada arraigado) (Dorsoduro 262)
Una experiencia inmersiva que a mi me ha impresionado. Evoca los viajes como eje de la civilización y la transformación.
La experiencia inmersiva de la exposición The Rooted Nomad
Colosales edificios, donde la sal comenzó la historia de la Serenissima 🧂 y hoy nos muestran imponentes exposiciones
PUNTO 34 DE LA CAPA "PASEO POR DORSODURO"
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