Únete a esta EXPERIENCIA MEDIEVAL: EL ARCO DEL PARADISO en una calle muy "divina"
Venecia es rica en tesoros escondidos y encontrarse con su Arco del Paradiso (Arco del Paraíso) te hace sentir como un verdadero explorador (y descubridor) de la ciudad.
¿Quieres conocer sitios especiales y recónditos de la ciudad que nos cuentan una historia? Este es uno de ellos (y vendrán muchos más...)
En este lugar recóndito encontrarás:
LA LUZ
UNA GRAN HISTORIA DE AMOR
LA OSCURIDAD
EL AMBIENTE VENECIANO DEL QUATROCCENTO
¡DISFRUTA!. Encontrarás el mapa para localizarlo al final (PUNTO 1)
1. LA LUZ: MIRA EL ARCO DESDE EL PUENTE
Sitúate primero en el Puente del Paradiso y mira el Río del Mondo Novo, que literalmente significa "Nuevo Mundo". Después eleva tu vista hacia el cielo, siente la luz, y observa al arco triangular frente a ti: EL ARCO DEL PARADISO ¡todo muy divino y paradisiaco!
La imagen nos cuenta que las dos casas contiguas al puente pertenecieron al convento de Santa María della Pomposa (gran nombre.., cerca de Comacchio) y fueron reconstruidas por su abad (imagen del fraile). Más tarde, pasaron a la familia Foscari, una familia noble muy importante que estaba en Venecia desde el año 867 (de ahí, los dos escudos de la familia Foscari con el león).
De hecho, el palacio de la esquina a la derecha fue donde Pellegrina Foscari pasó su infancia.
2 UNA GRAN HISTORÍA ¿DE AMOR?
Pasa bajo el arco, y admira la otra cara del Arco del Paradiso
De nuevo la Virgen, y dos figuras arrodilladas a ambos lados de una Virgen que los acoge y bendice bajo su manto: una de un hombre con toga y boina, y otra de una mujer con un vestido largo hasta el suelo. No olvidemos el gran sentimiento religioso de la época del siglo XV en Venecia.
LA UNIÓN DE DOS DINASTÍAS: La Gran Familia Foscari, uno de los clanes más famosos y antiguos de Venecia, , encarga el arco del Paradiso, para celebrar que un miembro de su estirpe, Pellegrina Foscari, se casa en 1491 con un gran partido de otra familia, no menos glamurosa, la familia Mocenigo: Alvise Mocenigo della Zoge (de las perlas), un rico comerciante que llegó a ser embajador.
La novia aportó como dote de su matrimonio con un Mocenigo, además de otros bienes, ¡26 casas de esta calle!
Y entonces se coloca el arco, una costumbre veneciana: quienes eran propietarios de las casas a uno y otro lado de una calle, las unían en la parte superior mediante un arco.
3. LA OSCURIDAD: LA CALLE DE AMBIENTE MEDIEVAL
LA OSCURIDAD: Al traspasar el arco, te encontrarás como en un sueño en un callejón oscuro, debido a las barbacanas, unas vigas de madera que servían para agrandar los espacios de las viviendas encima de las mismas, haciendo las ya intrincadas calles de Venecia aún más estrechas y sombrías.
Camina arriba y abajo, bajo las barbacanas, por esta calle, la calle del Paradiso, cuyos cimientos se colocaron hace siglos, ya que algunas casas tienen elementos bizantinos del ¡siglo XIII!
La calle del Paradiso debe su nombre a los faroles (colgados de los aleros de madera) con los que se decoraba e iluminaba, en Viernes Santo que le daban un aire de magnificencia. Encuentra pequeñas tiendas, los olores de las Trattorias, todo crea una sensación de ciudad medieval.
Y al final de la calle, otro arco donde se lee la siguiente inscripción casi borrada por el tempo: "MCCCCVII DIE ULT: DE ZUGNO, FO COMENZADO ESTAS CASAS SOTRO MISIER DON ANDREA ABADO DE POMPOSA BASTOLDO PIER ZANE DE CONTERIS "que nos confirma que estas casas pertenecieron en 1407 a la Abadía de la Pomposa.
4 LA VENECIA DE LA ÉPOCA DEL SIGLO XV
El famoso Quattrocento veneciano (siglo XV), nos habla de una época de sobriedad y devoción. En Venecia había poca distinción entre la aristocracia veneciana y el resto de ciudadanos (cittadini). Prácticamente todos vestían largas túnicas sobrias y negras (salvo aquellos con un cargo senatorial a los que se les permitían los colores).
Los grandes lujos no estaban bien vistos, y en Venecia, todos eran estrictamente religiosos y devotos (desde luego, no como recordamos a los venecianos del libertino siglo XVIII).
Y respecto a las mujeres, eran en esta época meros adornos de la ciudad. Se distinguían por una impecable respetabilidad: virtuosas y modestas. Todas las mujeres de la época, salvo las cortesanas, estaban destinadas a convertirse en esposas y madres o a entrar en un convento.
Para los venecianos, la ciudad estaba imbuida de santidad, la llamaban la sancta città. Dios había mostrado su especial gracia al permitir que la ciudad fuese fundada y sobreviviese en un lugar inhóspito e insólito.
Venecia era punto de partida de las peregrinaciones a Tierra Santa, oriundos y extranjeros la describían por igual en términos de las iglesias y reliquias de santos que poseía.
El factor sagrado en la vida pública se extendía por las calles laberínticas de la ciudad en forma de imágenes de la Virgen María, los santos y Cristo adosados a los muros exteriores de las casas, iglesias y puentes. Muchas siguen estando hoy en día.
En las esquinas en las que doblan las estrechas calles había lámparas colgadas que permanecían encendidas toda la noche, algunas imágenes se decía que obraban milagros.
El arco y la calle del Paradiso nos hablan del piadoso y devoto pueblo veneciano del siglo XV
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