Se trata de una antigua tradición popular y os cuento lo que tenéis que hacer hoy, en la noche del 28 al 29 de junio. Yo lo hago cada año y me encanta el resultado, así que os cuento como se realiza.
Primero debéis buscar un recipiente de vidrio y llenarlo de agua. Separad de un huevo la clara (sin dejar ningún filamento de la yema) e introducirla en el interior.
El recipiente hay que dejarlo al aire libre toda la noche, bien sobre la hierba, debajo de un árbol o incluso en el alfeizar de una ventana o en un balcón.
Y se produce la magia por la mañana: desde el fondo del vidrio, la clara se estira hacia arriba tomando la forma de ¡UN VELERO BLANCO!
Si tenéis dudas sobre cómo prepararlo mirad este video:
Dicen que, según la forma de las velas, si están abiertas o cerradas, se pueden presagiar buenos o malos augurios de cómo será el año agrícola o ¡NUESTRO DESTINO!.
Además, en la zona de la iglesia de San Pietro de Castello (una isla independiente en el barrio de Castello), se celebra durante la última semana de junio La Fiesta di San Pietro de Casteo, una especie de festival.
En el programa de fiestas hay espectáculos musicales, la tradicional regata y también un bingo; visitas guiadas a la iglesia de San Pietro y también una visita que a mí me gusta realizar: desde enfrente de la iglesia, sale un barco que visita el interior del Arsenal (incluso a veces hay visitas nocturnas).
Esta fiesta conmemora cuando el Dux se acercaba cada año hasta aquí para reunirse con el patriarca de Venecia. Una baldosa blanca marca el lugar exacto donde debían encontrarse (la piedra todavía existe). Ninguno de los dos poderes (político y religioso) se veía rebajado ante el otro.
Dicen que da suerte hacer tu propio velero de San Pedro. Os animo a compartir fotos en los comentarios de “vuestro barquito”
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