¡Impresionante Carpaccio! (Vittore Carpaccio, pintor renacentista veneciano), encanta al espectador y lo involucra en escenas envueltas en una aureola fantástica como si de un CUENTO DE PRINCESAS Y DRAGONES se tratase.
John Ruskin llamó a este sitio “uno de los rincones más encantadores del Renacimiento italiano”
Los cuadros pintados por Carpaccio para la cofradía de San Giorgio degli Schiavoni, realizadas entre 1502 y 1507, se mantienen en su emplazamiento original y representan las historias de los tres santos dálmatas: San Jerónimo, San Trifone y San Jorge.
En 1502 la cofradía recibió una reliquia de San Jorge, enviada por el patriarca de Jerusalén y por ello, se agregaron escenas de la leyenda del santo caballero.
La historia de San Jerónimo se compone de tres telas: ”San Jerónimo y el león en el convento”, “Funerales de San Jerónimo” y “San Agustín en su estudio”. Otro cuadro hace referencia a la historia de San Trifone: ”San Trifone amansa al basilisco”. Otros tres a la de San Jorge: ”San Jorge y el dragón”, “Triunfo de San Jorge”, y el “Bautismo de los selenitas”
A continuación el detalle de cada cuadro para conocerlo mejor cuando lo veamos:
1. SAN JERÓNIMO Y EL LEÓN EN EL CONVENTO
En el centro de la composición se sitúa el santo, que lleva al convento al león al que ha quitado una espina de la garra, rodeado por los frailes, que huyen a la vista del león. Aparece un sentido del humor poco frecuente en la pintura renacentista italiana.
2. LOS FUNERALES DE SAN JERÓNIMO
El centro está ocupado por el cuerpo tendido del santo, rodeado por los frailes, en oración.
3. En SAN AGUSTÍN EN SU ESTUDIO
El tema es la premonición de la muerte de San Jerónimo por parte de San Agustín. Se representa el estudio de un humanista, repleto de objetos para el trabajo intelectual. El santo es representado en el momento preciso de su premonición, con la pluma levantada y el rostro vuelto hacia la ventana, por donde se filtra un rayo de luz que ilumina la estancia.
4. SAN TRIFONE AMANSA AL BASILISCO
Muestra el joven santo exorcizando a la hija del emperador Gordiano y amansando al demonio que apareció, según la leyenda, con la forma de "un perro negro con ojos de fuego". Carpaccio lo pinta semejante a un animal mitológico como un basilisco, capaz de matar con la mirada y quien ve su reflejo, quedaría petrificado.
5. SAN JORGE Y EL DRAGÓN
La escena se sitúa en un terreno cubierto de los macabros restos de la comida del dragón, donde se enfrentan el santo y el mencionado monstruo, retratado casi en posición heráldica. A la derecha está la princesa, detrás de la cual un arco de piedra deja ver el mar con un velero. A la izquierda aparece una fabulosa ciudad oriental.
LAS RELACIONES CON LOS DÁLMATAS
Desde los primeros tiempos de la Serenissima, las relaciones comerciales con Dalmacia, actual región de Croacia, eran muy importantes.
La escuela Dálmata o de San Giorgio degli Schiavoni nació para defender los derechos de los inmigrantes dálmatas en Venecia, los Schiavoni o Eslavones (habitantes de Eslavonia, en la zona este de Croacia), que regresaban de la guerra y desempeñaron un papel muy importante en el comercio y en la guerra contra los turcos.
También era lugar de reunión para intercambiar información útil para dar sus primeros pasos en la ciudad de Venecia.
¿A quién le gustaría introducirse en este lugar de cuento?
PUNTO 26 DE LA CAPA "PASEO POR CASTELLO"
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