En Venecia durante siglos vivieron aterrorizados por las diversas plagas de peste, y es que en una ciudad portuaria era frecuente que las epidemias llegasen por barco desde otros lugares y se extendiesen como la pólvora
Las feroces epidemias de peste requerían de todo tipo de ayuda, especialmente la divina. Y así, en 1415 ya había devotos en Venecia de San Rocco (San Roque) y ¿por qué razón?
Porque San Rocco que vivió en el siglo XIII, curaba a muchos apestados solo con hacer sobre ellos la señal de la Cruz y también contrajo él mismo la peste y dicen que fue curado por un ángel (de hecho dicen que su fémur tiene una mancha negra, una marca de la enfermedad pestilencial)
Además, en 1485 las reliquias del santo llegan a Venecia despertando un fervor loco y se comienza a construir la iglesia de San Rocco 4 años después para albergarlas.
Cuando había peste en la ciudad, en aquellas fatales ocasiones se trasladaba aquí el patriarca con su clero y tras celebrar misa, abría el arcón con los huesos del santo y se exponían durante días. Cuando la peste acababa, se celebraban procesiones de distintas cofradías que colgaban votos y dejaban regalos en el altar del santo. Incluso venían extranjeros para venerar y hacer ofrendas.
Todo para que San Rocco intercediera y frenase la peste y dicen que lo hacía. Era la mejor defensa de los venecianos frente a las epidemias.
Así que el día del santo titular, el 16 de agosto, el dux acudía a la iglesia en procesión acuática, vestido con sus mejores galas, con representantes del Senado, la Signoria y los embajadores acudía a la iglesia de San Rocco. Les recibían los hermanos de la cofradía y les obsequiaban con ramos de flores.
Al finalizar de la misa, se repartían velas en grandes tazones de plata y desde allí todo el grupo se dirigía, con el dux a la cabeza, a las salas de la Scuola para adorar las reliquias, donde ese día se exponían. Esta visita se sabe que al menos se realizó desde 1523.
Y desde la epidemia de peste sufrida por la ciudad la peste de 1576, San Rocco fue declarado copatrono de Venecia, y en 1577 el dux Sebastiano Venier, después de visitar la iglesia Redentore para realizar el voto por la liberación de la enfermedad, también fue a la iglesia dedicada al santo.
El célebre cuadro de Canaletto (1735), actualmente en la National Gallery de Londres, retrata un momento de las celebraciones, cuando el dux, tras haber asistido a misa, acompañado por la Signoria y los embajadores, abandona la iglesia de San Rocco, deteniéndose frente a la Scuola de San Rocco decorada para la ocasión.
EL TENDON DEL DOSE
A lo largo del camino recorrido por el Dux, se instaló una techumbre temporal desde la segunda mitad del siglo XVII, para resguardarse del abrasador sol de agosto y se le llamó "TENDON DEL DOSE" (en castellano, tendido del dux). Si miras el suelo, todavía puedes ver los agujeros en el pavimento donde se colocaban los palos.
Este aparato, también tenía también la función de integrar los distintos edificios (iglesia, Scuola y Scoletta) en un único conjunto.
Hay dos pinturas del siglo XVII, una de Canaletto y otra de Gabriel Bella que muestran cómo inicialmente la estructura estaba formada por simples mástiles verticales de madera sobre los que se extendía la sábana, llamada tendón.
Con la caída de la República, el tendón cayó en desuso. Pero, desde hace algunas décadas, la Scuola de San Rocco ha retomado la antigua costumbre. de colocar el tendón del dose y se ha recuperado en parte la FESTA DI SAN ROCCO con una misa especial por la mañana y el mismo paseo de la comitiva con el patriarca de Venecia y los cohermanos (sí, todavía está activa la cofradía) a la Scuola adyacente.
Ese día se puede visitar gratis la Scuola di San Rocco y también hay un concierto de música clásica con entrada libre hasta completar el aforo.
LA EXPOSICIÓN DE CUADROS, LA ANTIGUA BIENAL
Pero además, la fiesta de San Rocco, era como hoy la Bienal de Arte, un expositor para los artistas. Recordemos que en épocas antiguas el arte se realizaba o bien para las iglesias o bien para ser adquirido por la nobleza y por tanto, esta fiesta era un perfecto escaparate.
Durante el festival de San Rocco, los pintores venecianos solían crear una especie de exposición de arte al aire libre, que se repetía cada año.
No se sabe por cuánto tiempo las pinturas permanecían expuestas, pero el evento tenía mucho eco en la ciudad, como atestigua Pietro Gradenigo en 1760:
“Por costumbre antigua y loable ciertos jóvenes pintores hoy merecen exhibir sus primeras obras al público en la plaza de San Rocco para esperar el juicio de quienes compiten allí o mejor para beneficiarse en el futuro con un concepto honorable”
El primer testimonio iconográfico que documenta el hecho es el grabado de Luca Carlevarijs (1703), que representa el Campo San Rocco con un único gran cuadro de tema sagrado expuesto en la fachada de la Escuela, entre los dos portales.
La exposición se colocaba no sólo en las fachadas de las casas próximas a la Scuola, sino también en el lado opuesto del campo, en el muro que da al Frari, como atestiguan tanto el lienzo de Canaletto como el grabado de Michele Marieschi (1741). Los lienzos era de varios tamaños y de diferentes temas: vistas, temas sagrados,...
Hace muchos siglos que la exposición no se celebra, pero en su memoria la Scuola cuelga desde hace algunos años, bien visible en la fachada, una reproducción a escala 1:1 del lienzo de Canaletto, realizada por cortesía de la National Gallery de Londres que posee el original del cuadro.
¿Quieres sentirte el dux de Venecia caminando bajo EL TENDON DEL DOSE? ⛱️
EN EL MAPA ES EL PUNTO 14 DE LA CAPA "PASEO POR SAN POLO"
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