La popular fiesta de San Martino que se celebra el 11 de noviembre en Venecia, era antiguamente y desde al menos el siglo XVI un ruidoso banquete con vino y castañas asadas, que dicen deriva de las bacanales que en Atenas se celebraban en estas mismas fechas, la Anthesterie, durante la que se abría un tonel para beber el primer vino de ese año.
Y en un momento dado los cristianos asociaron a San Martín (que era abstemio) con esta fiesta del vino.
Así que, durante siglos, en la tarde del día de San Martín, grupos de personas recorrían las calles, cantaban bajo las ventanas, con platillos y panderetas y pedían que se les obsequiase con vino y comida, especialmente en la parroquia de San Martín, donde está la iglesia de nombre homólogo.
También en los palacios nobles, dejaban las puertas abiertas, y estos grupos entraban a los patios, mientras los sirvientes les regalaban vino y queso e incluso les tiraban dinero.
Este gran estruendo en la ciudad, todavía sobrevive aunque se ha modificado, seguramente influenciado por la fiesta de Halloween: hoy en día, son los niños los que salen en grupos por las calles de Venecia a pedir a las casas y comercios dulces de regalo, golpeando ollas y tapaderas, con una corona en la cabeza y cantando en dialecto veneciano: "San Martin xe'ndà in sofita a trovar ea so'novissa so'novissa no ghe gera San Martin col cùeo par tera E col nostro sachetìn cari signori xe San Martin" (en vez del "truco o trato" de Halloween).
LA LEYENDA DE SAN MARTÍN
La leyenda nos cuenta que era el 11 de noviembre, allá por el siglo IV, un día frío y de lluvia.
Martín de Tours, galopaba con su caballo y se cubría con su capa. En su recorrido, encontró a un viejo, que sufría mucho por el frío, pues sólo vestía harapos. Martín no tenía en aquel momento monedas, y por eso lo único que pudo hacer fue cortar en dos partes su capa, y dar una parte al viejo.
Poco después, mientras Martín cabalgaba feliz por lo que había hecho, el día se volvió más caluroso. Este es el llamado “verano de San Martín”, como todavía hoy se conoce a estos días del año (en efecto, después de las primeras heladas de otoño, cerca del 11 de noviembre hay unos días de calor).
Este momento de la vida del Santo se recuerda con esta fiesta en Venecia, este día 11 de noviembre. En esta fecha se realiza un dulce tradicional, que podéis ver en todas las pastelerías de la ciudad: es un dulce de pasta de galleta con la forma del santo a caballo con espada y capa, decorado con azúcar glaseado de colores, bombones, chocolatinas y caramelos e incluso monedas reales. No os pasará desapercibido si estáis en Venecia en estas fechas, porque es bastante llamativo.
TRES LUGARES DONDE ENCONTRARNOS CON SAN MARTÍN EN VENECIA
1 La iglesia de San Martino Vescovo
Antes de entrar, a la derecha, encontraréis en un altorrelive un San Martino a caballo entregando su manto para cubrir a un pobre. Pero además, entrad porque es una iglesia preciosa con orígnes en ¡el siglo VI!. A mi me encanta especialmente el altar de Tullio Lombardo que originalmente estaba en la iglesia del Santo Sepulcro (de Venecia, no la de Jerusalén), que fue suprimida por Napoleón.
2 El altorrelieve de San Martín y el Mendigo en la Calle del Piovan
Esta escultura de 1460, dentro de una luneta puntiaguda, adorna la entrada de la casa del párroco adyacente a la iglesia de San Martino.
3 En la iglesia de San Rocco
En una pintura de El Pordenone sobre San Martín y San Cristóbal.
Os dejo celebrando con los venecianos el día de San Martino con vino y una galleta con forma de caballo y su jinete 🍷🐎
PUNTOS 32 y 33 DE LA CAPA "PASEO POR CASTELLO"
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