Tanto Giorgione como este cuadro "La Tempestad" están rodeados de un halo de misterio y un simbolismo oculto que puedes admirar en las Galerias della Accademia. Es uno de esos cuadros que quedan grabados para siempre por la magia que emanan
Sobre el artista, hay pocas certezas sobre su obra y ninguno de los cuadros que se le atribuyen está firmado. Además, hubo una legión de imitadores en los 100 años posteriores a su muerte, y si le imitaban, es porque era un icono de su tiempo. Hasta principios del siglo XIX incluso se llegó a dudar de su existencia.
Pero ¿Porqué casi desapareció de la historia del arte?
1. Primero porque murió muy joven, la peste se lo llevó a la edad de 34 años.
2. Segundo, porque se le puede considerar el primer pintor laico del arte italiano, que desacralizó lo sagrado y no aceptó encargos religiosos, algo insólito para la época. Pintaba para amigos e intelectuales, y así no quedó fija su obra en ninguna iglesia o institución. Y tampoco, la iglesia le dio mucho bombo y platillo.
Sin embargo, escritos antiguos señalan “No solo tuvo fama de haber superado a Gentile y Giovanni Bellini, sino que compitió con cuantos trabajaban en la Toscana: Leonardo o Miguel Ángel”.
Y aquí, en Venecia, en las Galerias de la Accademia, está su obra cumbre: La Tempestad, pintado en 1508, ha sido llamado el primer paisaje de la Historia del Arte occidental. Rompe la rigidez arcaica y da color y nuevos temas, como lo hizo Leonardo en la Toscana.
DESVELANDO EL CUADRO DE LA TEMPESTAD
El significado de la escena es un enigma, aunque hay varias teorías:
La historia de Agar e Ismael. La mujer de Abraham, Sara era estéril. Para ayudar a su ella le ofreció a su esclava Agar como concubina. Agar se quedó embarazada y Sara forzó a Agar a huir al desierto con su hijo, donde encontró a un ángel...
Representa un encargo de un poema pintado, en concreto la poesía “De Rerum Natura”, la obra más famosa del poeta y filósofo romano Lucrecio. Es una desmitificación de lo divino: la Virgen como una persona mortal que amamanta; un poeta errante y Lucrecio, que en su obra se esforzó tanto en dejar de asignar a los dioses el fenómeno natural de los relámpagos...
No hay casi nada seguro en el misterioso Giorgione, salvo la belleza de sus creaciones como la llamada Pala de Castelfranco.
Giorgione representó para la escuela veneciana un avance similar al de Leonardo da Vinci en la Toscana veinte años antes, superando la rigidez arcaica y dotando a la pintura de mayor libertad en colores y temática
Encantamiento, de repente, un toque de inquietud te arrastra...Es pura magia y emociones encontradas...es GIORGIO BARBARELLA DA CASTELFRANCO APODADO "GIORGIONE"
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