Unos prefieren vivir la experiencia sin pensar en el precio, otros se escandalizan cuando reciben la cuenta, pero ¿son justos los precios que cobran en los cafés de la Plaza de San Marcos?
Hoy analizamos si merece o no la pena sentarse en la histórica plaza de Venecia, Patrimonio de la Humanidad, la más bonita del mundo, y disfrutar de las vistas y de la música
Estos son los 3 cafés históricos de la plaza:
1 CAFFÈ FLORIAN
Mientras se servían los mejores vinos y cafés de Oriente, Malasia, Chipre y Grecia, la historia se veía desde sus ventanas: el esplendor y la caída de la República Serenissima de Venecia y las conspiraciones secretas contra el dominio francés de Napoleón y luego el austriaco.
El caffé Florian abrió el 29 de diciembre de 1720.
Su primer nombre fue “Alla Venezia Trionfante”, o “Venecia Triunfante”, pero en unos pocos meses, los venecianos comenzaron a llamarlo “Florian” por el nombre del fundador del Caffè: Floriano Francesconi.
La nobleza veneciana se sentó al lado de embajadores, comerciantes, hombres de letras y artistas, pero también con los ciudadanos comunes de La Serenissima. Nunca dejaron de llegar celebridades participantes en la historia: Lord Byron, Vivaldi, Goethe, Rousseau, Stravinski… y también Casanova.
Las salas interiores son preciosas con nombres tan sugerentes como sala china, sala de los Hombres Ilustres, Sala Liberty, sala de las Estaciones...
Y si te quieres llevar un pedacito del Florian a tu casa, en la tienda del Florian venden sus tazas, platos, y teteras.
2 GRANCAFFÈ QUADRI
Este café que se abrió por primera vez en 1638 con el nombre de Il Rimedio (El remedio), debido al hecho de que servía vino Malvasía, que “animaba” tanto el cuerpo como el espíritu, es el Grancaffè Quadri.
Y en 2011 llegó la familia Alajmo, quienes, a principios de 2018, sometieron el café a una importante restauración dirigida por el creador francés Philippe Starck y un equipo de los mejores artesanos venecianos. Y esta transformación ha sido pura magia, creando un ambiente romántico y también surrealista. Os lo cuento aquí
3 CAFFÈ LAVENA
Inicialmente ya en 1750 se llamaba Reina de Hungría, bajo el Imperio Austro-Húngaro, el Café luego se convirtió en Oso Coronado debido al pintoresco letrero que representa a un oso levantado sobre sus patas traseras y con una corona en la cabeza.
Hasta que Carlo Lavena, un reputado pastelero, asumió la dirección del lugar en 1860 y cambió el nombre al actual "Lavena". Carlo tenía una gran cultura y atrajo al Café a un nutrido círculo de artistas y músicos, entre ellos el gran Richard Wagner.
Las mesas de mármol verde y las sillas de madera y terciopelo, las mismas en las que se sentó Wagner y otros numerosos invitados ilustres, introducen el ambiente de salón de estilo austriaco.
¿CUÁNTO CUESTA DISFRUTAR DE ESTOS LUGARES HISTÓRICOS?
Si estás interesado en visitar alguno de estos cafés emblemáticos y disfrutar de una taza de café, seguramente te preguntarás cuánto cuesta.
Si deseas tomar un café expreso, el precio oscila entre 7-8 €. Si prefieres un cappuccino , el precio sube a 12 €. Un refresco como la coca-cola entre 10-13 € y el famoso spritz entre 16 y 18 €.
En las terrazas del Florian y del Lavena, de abril a octubre hay una orquesta que interpreta en directo con piano, violines y otros instrumentos. Cuando están actuando, se carga un suplemento de 5-6 € a cada consumición. Es importante tenerlo en cuenta para evitar sorpresas.
Las páginas web de cada cafetería tienen publicados los precios y es mejor conocerlos antes de tomar la decisión de sentarse en sus mesas.
Puede parecer carísimo, pero recuerda que:
- Tienes la oportunidad de sentarse en un café histórico que ha visto pasar a través de sus escaparates la historia de Venecia
- Puedes disfrutar desde una posición privilegiada de las vistas de esta plaza: la basílica, el campanile, las procuradurías.
- Los precios de muchos museos y atracciones de la ciudad oscilan entre 10-20 € por lo que en comparación, estar en un museo viviente, de hecho sus preciosas salas es muy similar a visitar un museo, no sería tan caro
- Hay que tener en cuenta además, que el precio del alquiler del local en este lugar ha de ser realmente prohibitivo y también hay que pagar a los empleados del café.
Por supuesto, pagar 8 euros por un expreso es realmente un lujo, y puedes querer gastar este dinero en otras opciones o simplemente no querer gastarlo. Lo peor es que una cuenta tan elevada te pille por sorpresa, pero sabiéndolo de antemano pasa a ser una cuestión de prioridades.
¿Te apetece disfrutar de un rato agradable en un café histórico y único? El precio es el que es. ¿Demasiado caro? ¿Qué valor le darías a esta experiencia?
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