Me fascina la época de las Cruzadas y sus órdenes de caballería. Hoy os cuento los rastros que quedan del Santo Sepulcro en Venecia
Cruce comercial de pueblos, culturas y credos, Venecia experimentó la presencia de los caballeros de las órdenes religioso-militares tanto cuando se embarcaban hacia Tierra Santa, puesto que era el puerto más adecuado desde donde hacerlo (los caminos eran inseguros). Poseía la industria de construcción naval apoyada en el Arsenal que creaba las galeras más eficientes y avanzadas de la época para trasladarlos y además había un servicio regular y frecuente de viajes a Tierra Santa.
Pero también cuando regresaban de Tierra Santa, los caballeros desembarcaban en la ciudad de Venecia con un montón de peregrinos, reliquias y misteriosos tesoros.
Una de los lugares santos de los que hablaban era, por supuesto, el Santo Sepulcro. ¡Era el lugar más sagrado del momento! Un lugar al que peregrinar para ponerse en contacto con la vida eterna y otros misterios de la vida.
LA HISTORIA DEL SANTO SEPULCRO
Según la tradición cristiana, el Santo Sepulcro es el lugar donde fue crucificado, sepultado y resucitó Jesucristo. Se encuentra dentro de la actual Iglesia del Santo Sepulcro, que alberga tanto el Calvario (Gólgota o lugar de la calavera), donde fue crucificado, como la tumba en la que fue sepultado.
Se sabe que el emperador Adriano en el año 135, después de la destrucción de Jerusalén, hizo construir Aelia Capitolina y en el lugar del Sepulcro de Jesús levantó un templo dedicado a Venus.
Así que, durante los primeros siglos del cristianismo, la ubicación exacta del sepulcro se perdió. Sin embargo, en el siglo IV, la emperatriz Helena, madre del emperador Constantino I, peregrinó a Jerusalén. Según la tradición, en el año 326, Santa Elena descubrió la tumba de Jesús bajo el templo dedicado a Venus. Tras este hallazgo, Constantino ordenó la construcción de una basílica cristiana sobre el sitio, conocida como la Basílica del Santo Sepulcro.
Para saber como era Jerusalén y Tierra Santa en el siglo VI, está el Mapa de Madaba, un enorme mosaico que seguramente sirviera para ayudar a los peregrinos a orientarse en su camino. Aparecen aproximadamente 150 poblaciones y aldeas, todas ellas rotuladas con explicaciones. En este mapa aparece ya la iglesia del Santo Sepulcro.
A lo largo de los siglos, la Iglesia del Santo Sepulcro fue dañada en varias ocasiones debido a las invasiones persas en el 614 y los conflictos en Tierra Santa. En el 1009, el califa fatimí Al-Hakim ordenó su completa destrucción.
Tras la conquista de Jerusalén en 1099 durante la Primera Cruzada, los cruzados comenzaron una nueva reconstrucción de la iglesia. La iglesia que se ve hoy en día en gran parte sigue el diseño cruzado.
LA RELACIÓN CON EL PRIMER HOMBRE ADÁN
Según una antigua tradición cristiana, el Gólgota o Calvario (el lugar donde Jesús fue crucificado), está asociado simbólicamente con el lugar donde fue enterrado Adán. Esta tradición sostiene que la cruz de Jesús se erigió justo sobre el lugar donde se encontraba la tumba de Adán.
En otras palabras, la sangre de Cristo, al derramarse durante la crucifixión, caería sobre el cráneo de Adán, simbolizando la redención de la humanidad desde su origen.
EL RECUERDO DEL SANTO SEPULCRO EN VENECIA
Volviendo a Venecia y a las peregrinaciones, hay dos lugares íntimamente relacionados con el Santo Sepulcro:
EL CONVENTO DEL SANTO SEPULCRO
Aunque no se tienen documentos que lo confirmen, el Monasterio del Santo Sepulcro en Venecia tuvo seguramente sus raíces en la Edad Media, cuando sería fundado como parte de una red de monasterios y templos dedicados al Santo Sepulcro de Jerusalén.
Estos monasterios estaban vinculados con las cruzadas y las peregrinaciones a Tierra Santa, y su objetivo era honrar y preservar el legado del Santo Sepulcro, el lugar más sagrado del cristianismo. También seguramente estuvo vinculado a las órdenes de caballeros religiosos que tomaban el nombre de Caballeros del Santo Sepulcro. Es la orden de caballería más antigua del mundo (existe en la actualidad) y surgió para defender al Santo Sepulcro de los infieles.
Las noticias documentales, sin embargo fechan la fundación de la iglesia del Santo Sepulcro (anexa al convento) en 1493 y tenía la particularidad de ser la reproducción del edículo del Santo Sepulcro de Jerusalén.
La tumba, a imitación de la de Jerusalén, estaba formada por una enorme cueva falsa de piedra tosca, dividida en grandes bloques. En la "cueva" había un altar de mármol policromado sostenido por cuatro ángeles. Desde el interior de la "cueva" se bajaba por una escalera hasta el hipogeo, donde se encontraba el propio Sepulcro, con una figura de Jesús muerto.
Cuando Negroponte se perdió frente a los turcos en 1470, muchos refugiados llegaron a Venecia como dos mujeres: Beatrice Venier y Polissena Premarin, que ingresaron en el hospicio Celsi que ya acogía a peregrinos que se dirigían a Tierra Santa.
Junto con otras mujeres del hospicio, abrazaron la tercera orden de San Francisco. formada por una especie de monjas laicas, las pizzocchere, que formaron el primer núcleo del convento del Santo Sepulcro.
Ampliaron el convento gracias a muchas donaciones, con la compra del contiguo Ca' Molin, conocido como las dos Torres (pues se realizó a imitación de un castillo medieval), que tuvo lugar entre 1513 y 1523. Seguramente los claustros en el interior, provienen del convento de pizzocchere.
Huyendo de la epidemia de peste que devastó Milán y luego Padua, Petrarca vivió en el Palacio Molin durante cinco años, de 1362 a 1367; la casa le fue entregada a cambio de la promesa de que todas sus obras y su enorme biblioteca, probablemente la mayor propiedad privada de Europa en ese momento, irían a la República veneciana a su muerte. Y ¡así fue!, están en la Biblioteca Marciana de la Plaza de San Marcos.
Hoy en día es un cuartel. El complejo fue demolido y de él quedan:
El portal incompleto que daba acceso al convento
El altar de Tulio Lombardo que se trasladó a la iglesia de San Martino
LA IGLESIA DE SANTA ELENA
Aquí están parte de los restos de Santa Elena, justo la que peregrinó a Jerusalén. y en el año 326, descubrió la tumba de Jesús bajo un templo romano dedicado a Venus (Afrodita).
La primera capilla dedicada a la madre de Constantino I, la emperatriz Santa Elena fue construida en 1028 y confiada a los agustinos , quienes también construyeron un convento junto a ella. En 1211, el monje agustino Aicardo trajo el cuerpo de la emperatriz a Venecia desde Constantinopla.
Esta iglesia está relacionada con la "Festa de la Sensa", el matrimonio anual de Venecia con el Mar. El patriarca se dirigía en góndola hasta esta iglesia donde le recibían los monjes. En el cementerio de la iglesia se bendecía el agua para sacralizar el anillo de la ceremonia.
Un testimonio de la conexión de Venecia con los movimientos de las Cruzadas y las peregrinaciones medievales entre recuerdos del Santo Sepulcro.
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