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EL MUSEO DEL SETTECENTO: CA' REZZONICO

El Gran Salón de Baile de Ca' Rezzonico
El Gran Salón de Baile de Ca' Rezzonico
Entramos en el siglo XVIII veneciano y os guio a través de este enorme palacio donde bailaremos, nos iremos al carnaval y daremos clases de geografía o tomaremos un chocolate ¿Me acompañas?

El palacio se comenzó a construir por la familia Bon, y les arruinó por la inmensidad del proyecto. En 1750, Giambattista Rezzonico, un noble que compró su título (algo habitual en el siglo XVIII puesto que Venecia necesitaba llenar sus arcas) adquirió el palacio y terminó las obras con el gran arquitecto Massari a toda prisa, porque querían celebrar su ascenso social, cuando su hijo Carlo fue elegido Papa (como Clemente XIII). Actualmente es propiedad del ayuntamiento de Venecia.

Fachada al Gran Canal de Ca' Rezzonico
Fachada al Gran Canal de Ca' Rezzonico

Tras entrar en el palacio y admirar una de las pocas góndolas con felze del siglo XIX que quedan en Venecia, subimos a la primera planta por unas majestuosas escaleras.

Göndola con felze (una cabina desmontable que garantizaba intimidad a los pasajeros)
Göndola con felze (una cabina desmontable que garantizaba intimidad a los pasajeros)

La ruta nos llevará a través de los 3 pisos del palacio Ca' Rezzonico, hoy museo del Settecento veneciano.


PLANTA 1: EL SALÓN DE BAILE Y LOS TECHOS DE TIEPOLO


EL SALÓN DE BAILE


Aquí está el último salón de baile veneciano y el más grande construido por una familia noble en la ciudad: el “Salone da Ballo” de Ca ‘Rezzonico. El enorme salón de baile con lámparas de Murano, muebles tallados por Brustolón y techo con frescos te trasladará a esta fastuosa época de fiestas sin fin.


El salón de baile y las celebraciones lujosas se convirtieron en una moda en Venecia: muchas familias renovaron los edificios antiguos para transformar el portego del primer piso en un salón para bailar.


Uno puede sentir la magia y la grandeza al entrar en este salón que ocupa dos pisos de altura y está inundado de luz natural que proviene de tres lados. Para las fiestas nocturnas, los sirvientes encendían las numerosas velas de los espléndidos candelabros que aún hoy se pueden ver.

Y al mirar al techo, en el centro aparece Apolo, el dios del sol saliendo con su carro para iluminar las cuatro partes del mundo (los 4 continentes), cuadro de Giovanni Battista Crosato, una especie de poema figurativo en honor de la familia Rezzonico, cuyo escudo de armas aparece en las cortinas doradas en el centro de la pared principal.

Por la puerta al fondo en la derecha, entramos en la habitación de la Alegoría Nupcial.


LA HABITACIÓN DE LA ALEGORÍA NUPCIAL


En el invierno de 1757 se celebró la boda entre Ludovico Rezzonico y Faustina Savorgnan y decoraron con frescos los techos de muchas de las habitaciones que serían para los recién casados. Entre ellas destaca el techo con la Alegoria Nupcial de Giambattista Tiepolo donde la pareja de novios aparece montada en el carro del sol precedidos por Cupido con los ojos vendados.

Techo de la Sala de la Alegoría Nupcial por Giambattista Tiepolo
Techo de la Sala de la Alegoría Nupcial por Giambattista Tiepolo

LA SALA PASTEL


En la sala de las pinturas al pastel, Gaspare Diziani, realizó en el techo un tema muy apreciado por la nobleza veneciana: el Triunfo de las Artes sobre la Ignorancia (un angelote con una antorcha expulsa esta Ignorancia).

El Triunfo de las Artes sobre la Ignorancia. Foto: Sailko, CC BY 3.0, via Wikimedia Commons
El Triunfo de las Artes sobre la Ignorancia. Foto: Sailko, CC BY 3.0, via Wikimedia Commons

En las paredes hay varios retratos con la técnica del pastel, una especialidad de Rosalba Carriera, famosa artista del siglo XVIII.

Hombre en rojo (Rosalba Carriera)
Hombre en rojo (Rosalba Carriera)

LA SALA DE LOS TAPICES


El techo de esta sala por Jacopo Guarana nos habla del Triunfo de las Virtudes. Se reconocen la Fortaleza, con el yelmo, y la Templanza, un poco más arriba, la Concordia marital y el Valor con el león. A la izquierda la Justicia y la Prudencia; más arriba la Eternidad con el sol y la luna, la Abundancia y la Gloria.


El nombre de la sala como podéis imaginar se debe a los tres grandes tapices flamencos de finales del siglo XVII que narran episodios de la historia bíblica del rey Salomón y la reina de Saba.

Sala de los Tapices
Sala de los Tapices

Fijaos en la puerta chinesca lacada en amarillo que es original de la sala.


SALA DEL TRONO


Su techo representa una Alegoría del Mérito: un anciano barbudo, coronado de laurel, subiendo al Templo de la Gloria, acompañado de Nobleza (la figura alada que sostiene una lanza) y la Virtud (la figura a la derecha del anciano con ricas vestiduras), mientras la Fama toca la trompeta.

El trono rojo al fondo de la sala
El trono rojo al fondo de la sala

El precioso trono rojo da nombre a la sala.

PORTEGO


El portego, en la tradicional estructura de un palacio veneciano, es un salón de paso, la sala más amplia de la casa, destinada a las recepciones. También era, un simple punto de unión y comunicación entre las salas y las escaleras que conducían a las plantas superiores. Se suele repetir en las plantas superiores.


El portego se decoraba habitualmente con frescos o grandes lienzos. En el portego de Ca'Rezzonico se dispersaron las pinturas originales y hoy hay varios bustos, retratos y figuras alegóricas.


SALA DE TIEPOLO


En esta sala se puede admirar el tercero de los cuatro impresionantes techos realizados por Giambattista Tiepolo en Ca’ Rezzonico. Representa la Nobleza y la Virtud que derrotan a la Ignorancia.

 la Nobleza y la Virtud que derrotan a la Ignorancia
 La Nobleza y la Virtud que derrotan a la Ignorancia

Fijaos en la figura del elegante paje que sostiene la cola del vestido de la Nobleza, que dicen es el retrato de su hijo Giuseppe Maria y también en Perfidia, vestida de gris, que se tambalea hacia abajo seguida por un murciélago que un angelote ha atrapado con un cordel.


PASILLO Y LIBRERÍA


Las puertas de este estrecho pasadizo de la Biblioteca son de cuero repujado

del siglo XVIII. Veréis vitrinas con piezas de porcelana del siglo XVIII. Me encanta la

tetera redonda decorada con flores de ciruelo.


Lo mejor es la mujer velata (velada) del famoso Antonio Corradini, una alegoría de la Pureza que deja sin palabras.

Mujer velada de Antonio Corradini
Mujer velada de Antonio Corradini

SALA LAZZARINI


La sala debe su nombre a los lienzos de tema mitológico de las paredes, del pintor Gregorio Lazzarini, aunque se ha demostrado que sólo es suya la obra de la izquierda.

Techo de la Sala Lazzarini
Techo de la Sala Lazzarini

SALA DE BRUSTOLON


Sala Brustolon
Sala Brustolon

La sala contiene muebles tallados por Andrea Brustolon, un famoso ebanista de Belluno. La pieza más importante es la consola porta-jarrones expuesta en la pared de la derecha que representa, en la parte inferior, a Hércules, vencedor de la Hidra de Lerna y del Cerbero que sostiene sobre los hombros el tablero realizado como un tronco de árbol.

consola porta-jarrones de Brostolon
Consola porta-jarrones de Brostolon

PLANTA 2: LA VIDA COTIDIANA


En la segunda planta se trasladaron diversos frescos de Giovanni Domenico Tiepolo (hijo de Giambattista), procedentes de la villa familiar de Zianigo. También destacan las obras de arte de Pietro Longhi.


EL PORTEGO DE LAS PINTURAS


En el portego de la segunda planta están las pinturas más importantes del museo: El Convenio diplomático holandés de Francesco Guardi; la Muerte de Darío de Giambattista Piazzetta; Muzio Scevola ante Porsenna de Pellegrini; dos obras de Canaletto: Vista del Canal Grande desde Ca’ Balbi hacia Rialto y el Río dei Mendicoli (de los Mendigos); La Fiesta de Santa Marta de Gaspare Diziani entre otras grandes obras.


LOS FRESCOS DE GIANDOMENICO TIEPOLO DE VILLA ZIANIGO


En estas salas de pueden admirar los frescos realizados por Giandomenico Tiepolo en la residencia de familia en Zianigo, un mundo de colores vibrantes en el que sumergirte.


Estos frescos se arrancaron de la villa en 1906 para venderlos en el extranjero, pero al final fueron adquiridos por el ayuntamiento de Venecia.

La primera obra, situada frente a la puerta, representa una escena de la Jerusalén Liberada de Torquato Tasso con el cielo como espacio de los pájaros y no de antiguas divinidades.


En la siguiente sala, el Mondo Novo (El Mundo Nuevo) muestra una muchedumbre que se agolpa, atraída por un charlatán, alrededor de la caseta de la linterna mágica, llamada precisamente “Mundo Nuevo” por las imágenes de lugares exóticos que se mostraban en su interior.

Mondo Novo
Mondo Novo

En la Sala de Polichinelas, el protagonista es Polichinela, el personaje de la comedia del arte, expresión del sentir popular, parodia del hombre y de sus debilidades: innumerables Polichinelas, aparecen desde las vísceras de la tierra, ayudándose con una escalera como otro mundo nuevo que está emergiendo.

Polichinelas
Polichinelas

SALA DEL CLAVICÉMBALO


El clavicémbalo es de principios del siglo XVIII, con las patas talladas y doradas. En las tres vitrinas hay porcelanas de los principales fabricantes del siglo XVIII. La porcelana es quizás el material que mejor que otros encarna el espíritu del Rococó.


SALA DEL LOCUTORIO

Sala del Locutorio
Sala del Locutorio

Aquí están expuestas dos de los más célebres lienzos de Francesco Guardi que nos sumergen en los locutorios de monjas de la época y en la vida de los casinos, los famosos "Ridotto".

El libertinaje en los conventos, Francesco Guardi inmortaliza esta práctica en el cuadro "El salón de las monjas de San Zaccaria" que ahora se encuentra en el Museo de la Venecia del siglo XVIII en Ca' Rezzonico, donde se representa la fiesta con muchos invitados masculinos y teatro de marionetas en el salón de las monjas.
El libertinaje en los conventos, Francesco Guardi inmortaliza esta práctica en el cuadro "El salón de las monjas de San Zaccaria" donde se representa la fiesta con muchos invitados masculinos y teatro de marionetas en el salón de las monjas.
El ridotto o casino veneciano
El ridotto o casino veneciano

SALA LONGHI: NOS SUMERGIMOS EN LA VIDA COTIDICANA


Sala Longhi
Sala Longhi

A lo largo de las paredes recorremos la vida cotidiana de Venecia durante el siglo XVIII retratada por Pietro Longhi, tanto aquella alegre del carnaval como la reservada de la nobleza que, por primera vez, abre “virtualmente” las puertas de sus palacios a las miradas indiscretas.


Los aristócratas se nos muestran por primera vez inmersos en sus ocupaciones cotidianas: El peluquero, el chocolate de la mañana, o bien la visita de un caballero enmascarado o la embajada del moro.
El chocolate matutino
El chocolate matutino
En una lección de geografía
En una lección de geografía
Posando para un cuadro
Posando para un cuadro
La carta del moro
La carta del moro

El pintor sigue a la aristocracia también fuera de las paredes domésticas, ya no van a ceremonias públicas, sino que disfrutan de las diversiones del Carnaval. Las paradas preferidas son los palcos de los charlatanes o los puestos de los vendedores, donde el artista retrata a los nobles venecianos con el rostro enmascarado con el fin de preservar el anonimato. Entre las atracciones del Carnaval, que duraba tres meses, destacaban los animales exóticos como leones, elefantes y, en este caso, el rinoceronte.

Paseando entre los vendedores
Paseando entre los vendedores
Escuchando a un charlatán
Escuchando a un charlatán
Un rinoceronte en el Carnaval
Un rinoceronte en el Carnaval

LA SALA LACADA VERDE Y LA SALA GUARDI


Se llama así por el mobiliario lacado en verde esmeralda con elementos decorativos dorados. Son de admirar las diminutas figuras policromadas de chinos con cabezas móviles de papel maché lacado, obras orientales del siglo XVIII.


Ambas salas tienen frescos de Guardi en las paredes y el techo.


LA ALCOBA


En esta sala ha sido reconstruido un dormitorio con vestidor, el guardarropa y el boudoir

Alcoba del siglo XVIII
Alcoba del siglo XVIII

A la derecha del lecho, una vitrina contiene todo lo que una dama necesitaba: desde el gran espejo de mesa, el lavabo con forma de concha repujado, el joyero, la polvera, los candelabros, los frascos de perfume e incluso cubiertos y lo necesario para escribir.

lo que una dama necesitaba
Lo que una dama necesitaba

PLANTA 3: UNA ANTIGUA FARMACIA Y 300 OBRAS


Finalmente si no estás cansado puedes asomarte a la tercera planta, aunque es difícil abarcar todo el palacio en una primera visita.


En esta planta, además de las tres habitaciones de la Farmacia Ai do San Marchi del siglo XVIII, se encuentra la Galería de imágenes Egidio Martini con 300 obras de la pintura veneciana de los siglos XVII y XVIII.

Farmacia Ai do San Marchi del siglo XVIII
Farmacia Ai do San Marchi del siglo XVIII

LAS VISTAS DEL GRAN CANAL Y EL JARDÍN


Vistas desde la Porta d'acqua
Vistas del Gran Canal desde la Porta d'acqua

Para relajarte no olvides acceder por la monumental puerta de agua al Gran Canal. Las vistas son impresionantes y también al jardín del palacio donde no faltan tortugas en una de sus fuentes.


En este palacio es imposible no sentir el latido de la vida del siglo XVIII veneciano ¿Quieres bailar en su gran salón?

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