¿Has imaginado alguna vez cómo se vivía en medio de una laguna desierta y perdida entre tierras pantanosas? Si la respuesta es no, sigue leyendo.
Aunque la leyenda cuenta que Venecia surgió ante la huida de personas desde tierra firme acosadas por los bárbaros, donde nada había, escondiéndose en las marismas de la laguna veneciana puesto que los bárbaros temían el agua, lo cierto, es que esta zona ya era conocida por los romanos, pertenecía a una provincia llamada "Venetia e Histria" y ya estaba habitada.
Por supuesto, no era ni una ligera sombra de la ciudad que después fue, pero "de aquellos mimbres, estos cestos"
En este artículo te cuento como los antiguos romanos describían a los habitantes de la Laguna de Venecia porque una carta de esa época ha llegado hasta nuestros días.
Se trata de una carta de Magnus Aurelius Cassiodorus, conocido como Casiodoro.
PERIODO HISTÓRICO DE LA CARTA DE CASIODORO
El famoso y grandioso Imperio Romano se dividió a la muerte del emperador Teodosio I, en el año 395: Flavio Honorio, su hijo menor, heredó Occidente, con capital en Roma, mientras que a su hijo mayor, Arcadio, le correspondió Oriente, con capital en Constantinopla, al que también se llamó imperio bizantino o simplemente Bizancio.
El Imperio romano de Occidente cayó en el año 476 cuando fue depuesto el joven Rómulo Augústulo por el germano (del grupo hérulo) Odoacro y el de Oriente aguantó hasta 1453.
Pero en el año 535, el Imperio de Oriente cuando gobernaba el emperador Justiniano I comenzó la reconquista de Italia, en manos del reino Ostrogodo. Tenía la ambición de revivir el glorioso Imperio Romano. Se había iniciado la reconquista de Italia y la guerra gótica (535-554).
Casiodoro, comenzó su carrera política en la corte de Rávena en 503, ejerciendo como consejero de su padre y fue un alto funcionario amigo de Teodorico, rey ostrogodo. Y continuó sirviendo a sus sucesores: a su esposa regente Amalasuentha, a Theodahad y a Witigis hasta el año 540 cuando los bizantinos conquistan Ravena.
Por este motivo Casiodoro solicita ayuda a los habitantes de la laguna de Venecia para transportar alimentos a Ravena, cuanto Justiniano, el emperador del imperio Romano de Oriente, ya había iniciado la reconquista de Italia, para poner fin al reino Ostrogodo fundado por Teodorico en el 489 dC.
LA PRIMERA NOTICIA HISTÓRICA DE LA EXISTENCIA DE VENECIA
La carta fue escrita el 1 de septiembre de 537, probablemente como consecuencia de la escasez de víveres que las operaciones de los bizantinos ya estaban causando en Rávena.
Al parecer, se ordenaba a cada provincia que suministrase aquellos productos en los que era naturalmente más fértil y este es el entorno histórico del famoso documento que literalmente se traduce desde el latín así:
LA CARTA DE CASIODORO
1 Ya hemos dado órdenes de que Istria envíe vino y aceite, de los que este año hay abundantes cosechas, a la residencia real de Rávena. Vosotros, que poseéis numerosos barcos en las fronteras de la provincia, mostrad la misma devoción en el envío de las provisiones que en el suministro de las mismas.
2 Por lo tanto, vosotros que a menudo atravesáis distancias infinitas, cumplid activamente este encargo en vuestra propia vecindad. Puede decirse que [al visitar Rávena] pasas por tus propios aposentos de invitados, tú que en tus viajes atraviesas tu propia casa.
A esto se suman también otras ventajas: que se os abre otra ruta, marcada por la seguridad y tranquilidad perpetuas. Porque cuando los vientos furiosos cierran el mar, se os abre un camino a través del más encantador paisaje fluvial.
Tus quillas no temen los violentos vientos; tocan la tierra con el mayor placer, y no sufren daños por mucho que choquen con ella. Los observadores desde lejos, al no ver el cauce de los arroyos, podrían imaginarlas moviéndose por los prados.
Los cables se han utilizado para mantenerlos en reposo: ahora tirados por cuerdas se mueven, y por un cambio en el orden de las cosas los hombres ayudan a sus barcos con los pies. Tiran de sus cajones de trabajo sin esfuerzo, y en lugar del caprichoso favor de las velas utilizan los pasos más seguros del marinero.
3 Es un placer recordar la situación de sus moradas tal como yo mismo las he visto. Venecia la loable, antaño llena de moradas nobles, toca por el sur Rávena y el Po, mientras que por el Este goza de las delicias de la costa jónica, donde la marea alterna a veces descubre y a veces oculta la faz de los campos por el flujo y reflujo de sus inundaciones.
Aquí, a la manera de las aves acuáticas, han fijado su hogar. El que ahora estaba en tierra firme se encuentra en una isla, de modo que podrías imaginarte en las Cícladas, por las repentinas alteraciones en el aspecto de la costa.
4 Como ellos se ven en medio de la amplia extensión de las aguas vuestros hogares dispersos, no producto de la Naturaleza, sino cimentados por el cuidado del hombre en una base firme. Pues mediante un trabajo de mimbre retorcido y anudado, la tierra allí reunida se convierte en una masa sólida, y oponéis sin temor a las olas del mar un baluarte tan frágil, ya que la masa de las aguas es incapaz de barrer la orilla poco profunda, pues la falta de profundidad priva a las olas de la fuerza necesaria.
5 Los habitantes tienen una noción de la abundancia, la de atiborrarse de pescado. Por lo tanto, la pobreza puede asociarse con la riqueza en igualdad de condiciones. Un mismo tipo de comida alimenta a todos; el mismo tipo de vivienda cobija a todos; nadie puede envidiar la casa de su vecino; y viviendo en este estilo moderado escapan a ese vicio [de la envidia] al que todo el resto del mundo es propenso.
6 Toda tu atención se concentra en tus salinas. En vez de conducir el arado o manejar la hoz, haces rodar tus cilindros. De ahí surge toda tu cosecha, cuando encuentras en ellos ese producto que no has fabricado. Ahí puede decirse que está acuñado vuestro dinero de subsistencia. De este arte vuestro cada ola es un siervo. En la búsqueda del oro un hombre puede ser tibio: pero la sal todo el mundo desea encontrarla; y merecidamente, puesto que a ella debe su sabor toda clase de carne.
7 Por tanto, reparad con diligente cuidado vuestras barcas, que tenéis atadas a las paredes (de vuestras casas) como tantas bestias de carga, para que cuando el experimentadísimo Laurentius intente traeros sus instrucciones, os apresuréis a recibirle. No retraséis por ningún obstáculo las necesarias compras que tenga que hacer, ya que, debido a la naturaleza de vuestros vientos, podéis elegir el camino marítimo más corto".
La historia de como evolucionó la zona desde unos simples palafitos anclados en su laguna es bonita y mágica…
¿Os imagináis esta vida a la manera de aves acuáticas con botes amarrados como si fueran animales que describe Casiodoro?¿Os gustaría viajar en el tiempo al año 537, a esta época precursora de la ciudad de Venecia?
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