Hablemos de la vida de Peggy, que es en sí misma una "curiosidad" y es la fundadora del museo.

Los padres de Peggy provenían de familias judías que habían emigrado desde Europa y llevaban dos generaciones haciendo fortuna en Estados Unidos. En sus memorias, Peggy recuerda que todos en su familia eran muy extravagantes.

Florette, la madre de Peggy, tenía, por ejemplo, la costumbre de repetir tres veces todo lo que decía. El padre de Peggy Guggenheim, Benjamin Guggenheim, falleció en el hundimiento del Titanic.

A la edad de 21 años, Peggy Guggenheim heredó una pequeña fortuna de 2,5 millones de dólares (aproximadamente 20 millones de dólares actuales). En 1920 se mudó a París. Una vez allí se hizo amiga de los artistas y escritores de la vanguardia.

En 1937, cuando Peggy estaba cercana a los 40 años, su madre murió, dejando a Peggy con otros 450,000 dólares de los cuales disponer. Decidió poner una galería, por consejo de sus amigos.

Peggy no sabía mucho de arte moderno ("mis conocimientos de arte llegaban hasta el impresionismo"), pero pronto aprendió de Duchamp. En 1938, la galería de Peggy, Guggenheim Jeune de Londres fue inaugurada con una exposición de Jean Cocteau, pero no vendía obras y ella misma comenzó a comprarlas.

La exposición de la obra de Cocteau fue seguida por exhibiciones de Wassily Kandinsky, Yves Tanguy, Wolfgang Paalen y otros artistas, tanto famosos como emergentes. Peggy Guggenheim convocó exposiciones de collage y escultura, con la participación de artistas como Antoine Pevsner, Henry Moore, Alexander Calder, Raymond Duchamp-Villon, Constantin Brancusi, Jean Arp, Max Ernst, Pablo Picasso, Georges Braque y Kurt Schwitters.

Peggy cerró la galería de Londres y se mudó a París, cuando la Segunda Guerra Mundial estalló. En lugar de retirarse a la seguridad de Nueva York, Peggy comenzó a comprar obras como loca. Su lema era "una pintura al día".

Finalmente escapó a Nueva York en 1941 donde descubrió a Jackson Pollock. Peggy decidió regresar a Europa, estableciéndose en Venecia, donde permanecería por el resto de su vida.

En 1948 la Bienal de Venecia dedicó un pabellón exclusivo a algunas obras de la colección de Peggy Guggenheim. La exposición emprendió una gira por Italia, y mientras su colección viajaba por Italia, Peggy compró el Palazzo Venier dei Leoni y lo adecuó a su modo de vida.

Lo compartía con sus sirvientes, sus invitados y sus once perros. En 1951 abrió las puertas de su palazzo al público. Tres tardes a la semana, el público podía entrar a ver la magnífica colección (incluso había pinturas en el baño). La bodega del palacio fue convertida en un estudio de artistas para los que quisieran trabajar ahí.

Su costumbre de organizar fiestas siguió vigente y en su casa se reunían celebridades como Yoko Ono o Truman Capote. Murió en 1979 y está enterrada en el jardín del palacio.