Gran Canal 2020-1850
Los 4 kilómetros del desfile de palacios
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1 HISTORIA
El Gran Canal o Canalazzo (así lo llaman los venecianos) es un canal natural, por el que discurría un antiguo río. Tiene… 3,8 kilómetros y forma de S.
Desde que Venecia se convirtió en una potencia, este canal ha sido la vía principal para el transporte de la ciudad: antiguamente estaba lleno de barcos que iban hasta Rialto. Hoy, en cambio, navegan “vaporettos”, góndolas y lanchas.
Los palacios a ambos lados fueron construidos en un periodo de unos quinientos años y algunos son espléndidos ejemplos de arquitectura veneciana que nadie puede perderse.
Antiguamente, se celebraban regatas, fiestas y juegos, hoy en día, en septiembre, se organiza la Regata Histórica, una espectacular procesión de barcas históricas con la tripulación vestida con trajes de época.
2 LA MEJOR MANERA DE RECORRERLO
Hay que verlo, sí o sí, desde el agua, porque las fachadas ornamentadas de los palacios dan al Gran Canal.
El mejor modo para ver bien el Canal Grande es en góndola o en “vaporetto”, mucho más barato, ya que muchas líneas pasan por aquí, pero te aconsejo la línea 1, que va despacio desde la Estación de Santa Lucía hasta la Plaza de San Marcos, tarda unos 40 minutos, para que puedas apreciar las diferentes iglesias y los muchos palacios.
La línea 2, realiza el mismo recorrido, pero más rápido. Ambas líneas de vaporetto, se pueden coger en la Estación de Santa Lucía.
Los edificios que hay que ver son tantos que sería necesario recorrer el canal más de una vez, por esto te aconsejo verlo al menos una vez de día y otra de noche.
3 LA ORILLA DERECHA, DESDE LA ESTACIÓN DE SANTA LUCÍA
El primer edificio que llama la atención es la gran iglesia de San Simeone Piccolo, de 1738, con una cúpula verde.
Después de pasar por el Puente degli Scalzi, se ve la parte final de la plaza Campo San Simeone Grande, Palacio Gritti, Palacio Donà-Balbi, Palacio Giovanelli y el Fondaco dei Turchi, que actualmente es el Museo de Historia Natural. Al lado del “Fondaco”, hay un edificio almenado del siglo XV, los Depósitos del Megio, que eran un granero comunitario, y al lado el Palacio Belloni-Battagia, del siglo XVII, del artista Longhena para la familia Belloni.
Siguiendo por el canal, aparece la Iglesia de San Stae, con una elegante fachada barroca con estatuas de mármol de 1709, y un poco más adelante, el solemne palacio Ca’ Pesaro, también de Longhena. Fue construido a mediados del siglo XVII, tiene un lado de piedra, algo insólito en los edificios venecianos, que normalmente son de ladrillo, sede del museo de arte moderno y oriental. Le sigue un gran edificio, el Palacio Corner della Regina, diseñado por Domenico Rossi en 1720 y que actualmente es la fundación Prada. Este edificio se llama así por Caterina Cornaro, reina de Chipre que nació aquí en 1454.
Más adelante, están los mercados de Rialto, que empiezan con la neogótica “Pesquería”, de principios del siglo XX, Las Fábricas Nuevas de Rialto y las Fábricas Viejas de Rialto, del siglo XVI. Un poco antes de pasar el puente, se halla, a la derecha, el Palacio dei Camerlenghi, construido en 1528, sede de las oficinas financieras y las prisiones de los deudores del Estado.En el otro lado, en cambio, está el Palacio dei Dieci Savi, que es la sede de las oficinas de Hacienda.
Continuando por el canal, se llega al Palazzo Papadopoli, antiguamente conocido como Coccina-Tiepolo. Construido en 1560, los mercaderes venecianos hicieron sus casas siguiendo su estilo, conserva un maravilloso claustro de espejos. Después de pasar los palacios que están al lado, Palacio Donà y Palacio Donà della Madonnetta, se alza el Palacio Cappello-Layard, del siglo XVI, que fue la residencia del arqueólogo Henry Layard.
Al cruzar la curva del canal verás otros magníficos palacios, destaca Palacio Balbi, cerca del Río Ca’ Foscari. Proyectado por Alessandro Vittoria para Nicolò Balbi en 1580, es un ejemplo del primer barroco en Venecia. Hoy es sede de la Región del Véneto. En el otro lado del río, se alza Ca’ Foscari, un espléndido ejemplo de arquitectura tardo gótica del año 1437, realizado por el dux Francesco Foscari, que actualmente es la sede de una parte de la Universidad. Justo al lado de Ca’ Foscari, se hallan los Palacios Giustinian, construidos a mediados del siglo XV por dos hermanos que querían vivir juntos pero separados, en los años 1858 y 1859. En uno de estos palacios vivió Wagner y compuso “Tristán e Isolda”.
Un poco más adelante, se encuentra Ca’ Rezzonico, un palacio del artista Longhena de la segunda mitad del siglo XVII para la familia Bon. Como no tenía suficientes recursos para terminarlo, la familia se vio obligada a vendérselo a la rica familia de genoveses dei Rezzonico. Actualmente es la sede del Museo del Settecento veneziano (Museo del siglo XVIII veneciano).
Después de pasar un par de canales, se levanta el Palacio Loredan, del siglo XV, propiedad del Embajador y donde vivió el Dux Francesco Lorena. En la otra parte del río surgen los palacios Contarini-Corfù y Contarini degli Scrigni, construidos en el siglo XVII.
Poco antes de pasar por el puente de la Academia, a la derecha se ven las Galerías de la Academia, que en el pasado fue iglesia y Escuela de Caridad, y hoy conserva los cuadros venecianos más importantes del mundo. Justo después del puente, se encuentra otro edificio de la familia Contarini, Palacio Contarini dal Zaffo: un maravilloso palacio renacentista de finales del siglo XV que actualmente es propiedad de la familia Polignac.
Continuando por el canal, se pasa por enfrente del Palacio Barberigo, al lado de la plaza Campo San Vio, con magníficos mosaicos de la segunda mitad del siglo XIX. Después se ve el Palacio Venier dei Leoni, que está sin terminar, cuyas obras empezaron en 1759 y que estaba destinado a ser el palacio de la familia Vernier, pero por el coste exagerado, construyeron sólo el primer piso, donde hoy se encuentra la colección Peggy Guggenheim de arte moderno.
Un poco más adelante, está el Palacio Dario, edificado a finales del siglo XV por el secretario de la Corte de Justicia Giovanni Dario, un desafortunado palacio con un encanto especial y misterioso.
Más adelante, Palacio Salviati, construido en 1924 como sede central de la vidriería Salvati, por lo que tiene unas decoraciones de cristal con colores llamativos.
Llegando al tramo final del canal, destaca la enorme iglesia barroca de Santa Maria della Salute, proyecto de Longhena en 1630 para conmemorar el final de una peste.
Al final de la orilla derecha del Canal Grande, se alza la Dogana o Aduana “di Mare”, que tiene en lo alto una veleta que simboliza la fortuna.
4 LA ORILLA IZQUIERDA, DESDE LA ESTACIÓN DE SANTA LUCIA
Desde la estación de Santa Lucia, nada más salir de la estación, se pasa por debajo del Puente degli Scalzi, construido en 1934 para sustituir el puente de hierro que habían levantado los austriacos en 1858. A pocos metros, se puede admirar la iglesia degli Scalzi y la de San Geremia, donde se conservan los restos de Santa Lucía, y cerca está el Palacio Labia, de 1750, con los frescos de la historia de Cleopatra, del artista Tiepolo.
Más adelante, se halla la iglesia de San Marcuola, de Giorgio Massari, de 1730, que está sin terminar, y más allá se levanta el Palacio Vendramin-Calergi, que fue terminado a principios del siglo XVI y es el primer edificio que tiene ya el estilo de Leon Battista Alberti, que recuperaba el clasicismo. Por su dimensión enorme, ha hospedado a muchos personajes ilustres, como Richard Wagner que murió aquí en febrero de 1883.
En la esquina con el Río de Noale, se encuentra un edificio reconstruido a mediados del siglo XVI, el Palacio Gussoni-Grimani della Vida, que antiguamente tenía la fachada cubierta con frescos de Tintoretto.
Al lado se halla un palacio muy importante, Ca’d’Oro, construido entre 1420 y 1440, de estilo gótico, y que antiguamente tenía la fachada decorada con oro; dentro hay muchos cuadros, frescos y esculturas, que son de la colección del barón Giorgio Fianchetti, que donó el palacio y sus pertenencias al Estado.
Un poco más adelante, está el Palacio Sagredo, que es el resultado de una mezcla de estilos típica del arte veneciano, con la fachada que presenta elementos tanto véneto-bizantinos como góticos. Continuando, se encuentra el Palacio Mangili-Valmarana, del siglo XVIII, de estilo clásico, construido para el cónsul inglés Joseph Smith, uno de los mecenas de Canaletto.
Más adelante, se halla el interesante edificio Ca’da Mosto, de estilo véneto-bizantino, del siglo XIII, uno de los palacios más antiguos del Canal Grande, que, además, fue la casa donde nació el navegante Alvise da Mosto.
Justo después del meandro del canal, se puede admirar el “Fondaco dei Tedeschi”, que al principio los mercaderes alemanes usaban como almacén y alojamiento y que, actualmente es un centro comercial.
Después se pasa bajo el famoso Puente de Rialto, que está en la zona más antigua de Venecia. El actual puente es de piedra y fue construido en el siglo XVI por el artista Antonio da Ponte, para sustituir al puente de madera que no era muy seguro. Hasta 1854, antes de que se construyera el puente de la Accademia, era el único puente por el que se podía cruzar el Canal Grande a pie.
Cerca del puente está el Palacio Dolfin-Manin, el primer palacio que el artista Sansovino construyó en Venecia en los años 1538-1540, pero sólo se conserva la fachada clásica, porque el último dux de Venecia, Ludovico Manin, reformó todo el interior, ya que vivió aquí hasta su muerte en 1797.
Después, se pueden admirar el Palacio Loredan y el Palacio Farsetti, uno enfrente del otro, de estilo véneto bizantino, del siglo XIII, pero a los que también se les han hecho muchas reformas. Ca’ Farsetti fue la sede de una academia de jóvenes artistas, como Canova. Actualmente, en estos dos edificios está la sede del ayuntamiento
Justo después, se encuentran el Hotel Leon Bianco y el Palacio Grimani, este último fue construido en estilo renacentista en 1556 por el procurador Girolamo Grimani, y actualmente es la sede de la Corte de Apelación de Venecia.
Si se continúa por el canal, vemos el Palacio Corner-Spinelli, un importante palacio renacentista del artista Mauro Coducci, realizado a finales del siglo XVI, que se convirtió en el prototipo de casa patricia veneciana.
Justo después, en la “Volta del Canal”, es decir, el punto más estrecho en el que el canal gira bruscamente, se hallan cuatro palacios todos juntos que antiguamente pertenecían a la familia Mocenigo, son el Palacio Mocenigo-Nero, de finales del siglo XVI, donde Byron vivió en 1818, el doble Palacio Mocenigo, del siglo XVII, y el Palacio Mocenigo Viejo, de estilo gótico, reestructurado en el siglo XVII. En el último, según la leyenda, vive el fantasma de Giordano Bruno, porque Giovanni Mocenigo lo denunció al Vaticano cuando Bruno fue condenado a la hoguera en el año 1600.
Otro palacio importante que se encuentra después es Palacio Grassi, sus dimensiones son impresionantes, fue construido a mediados del siglo XVIII por Giorgio Massari, y en 1984 lo compró la Fiat, que lo usa para exposiciones y conferencias.
Justo después está Ca’ del Duca, un palacio suntuoso y elegante, que empezaron a construir en el siglo XV pero que nunca terminaron. Poco después, el “vaporetto” pasa por otro puente, el Puente de la Accademia, que al principio era de hierro, construido en 1854 por los austriacos, pero en 1932 lo cambiaron por éste de madera.
Nada más cruzar el puente, se encuentra Palacio Franchetti, edificado en el siglo XV y restaurado a finales del siglo XIX, y los dos palacios Barbaro, del siglo XV y XVI, respectivamente. Henry James o Claude Monet son solo algunos de los muchos personajes ilustres que vivieron en este último palacio.
Justo después, se alza la “Casina delle rose” (La Casita de las rosas), una de las casas más pequeñas en el canal, donde vivió el poeta D’Annunzio durante la Primera Guerra Mundial y que también fue el estudio artístico de Canova en 1770. Al lado, se halla Palacio Corner della Ca’ Grande, un impresionante palacio clásico proyectado por Sansovino en 1545 para Giacomo Cornero, miembro de una de las familias más ricas de Venecia.
En el último tramo del Canal Grande, antes de llegar a los Jardines Reales que construyó Napoleón, destacan Palacio Pisan, del siglo XV, que ahora es el lujoso Hotel Gritti, el estrecho Palacio Contarini-Fasan, de mediados del siglo XV y el Palacio Giustinian, también del siglo XV, que antiguamente fue un lujoso hotel y hoy es la sede de la Bienal
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